Ante las mentiras y difamaciones
vertidas contra varios militantes de Reconstrucción Comunista nos vemos en la
obligación de aclarar los sucesos ocurridos tanto el domingo 23 de noviembre
como en los días sucesivos.
Desde hace años hemos sufrido una
continua censura y acoso hacia nuestra labor política. Tanto organizaciones
como individuos han rehusado debatir políticamente con nosotros dada su
incapacidad para hacerlo. En lugar de la crítica política han emprendido una
campaña para intentar echar por tierra todo el trabajo de la organización
mediante comunicados falsos cuyo único fin es el de estigmatizar y demonizar a
RC, acusándonos de:
- Organizar agresiones a
antifascistas, las cuales, pese a ser negadas con pruebas incluso por las
supuestas “víctimas”, han dejado una estela difamatoria que busca dinamitar
nuestra organización.
- Tener vinculaciones con la
Policía y con altos cargos políticos del aparato del Estado. Es una constante
para cierta gentuza acusar de forma sistemática a las organizaciones y personas
con las que confrontan de ser policías o informadores de estos. Nos resulta
surrealista que se juzgue la labor política de un militante por quiénes sean
sus progenitores, máxime cuando entre los difamadores hay gente que proviene de
una estirpe de represores y reaccionarios, altos magistrados vinculados al G.A.L.
o madres con altos cargos en el CNP, y no por ello entendemos que comulguen con
el ideario fascista que defienden sus progenitores.
- Ridiculizar la lucha y la
represión de presos políticos. Hay quienes confunden la solidaridad con el
seguidismo y, salvo que comulgues con su organización y les consideres el
referente, te acusarán de atacar a los presos políticos. Ignoran, o pretenden
hacerlo, la constante participación de nuestra organización en los movimientos
antirepresivos.
Además de esta labor pública a
través de comunicados anónimos, se han sucedido multitud de amenazas que han
sido obviadas; amenazas de palizas, plazos de la muerte de nuestra organización
e incluso amenazas personales y familiares. Esta es la realidad sobre la que
hemos trabajando durante años en Madrid, la cual, al haber sido afrontada y
habiendo demostrado el trabajo y el crecimiento de nuestra organización, pese a
este organizado y arduo trabajo para dinamitarlo, ha pasado a un nivel superior
en el que se ha empezado a sistematizar la caza abierta a nuestros militantes,
el entrismo y la revelación de datos falsos.
Procedamos pues a dilucidar que
ocurrió realmente el domingo 23 de noviembre:
En dicha noche un grupo de 12 a
15 individuos, liderados por Samuel A. C., ataca de forma cobarde y
presumiblemente organizada a un militante de RC tirándole al suelo y
propinándole multitud de patadas en la cabeza, produciéndole numerosas
contusiones y laceraciones.
Días después de esta agresión, el
sábado 29 de noviembre, en las puertas del local de la Asociación Popular de
Vecinos de Vallecas, es agredido otro de nuestros militantes. Esta vez la
agresión es llevada a cabo por Samuel A.C. en persona junto con otro individuo,
llamando por su nombre al agredido y atacándole por la espalda con defensas
extensibles que utilizan para golpearle en la cabeza, produciéndole una brecha
de 6 cm en la parte posterior, además de un gran número de contusiones y
hematomas faciales.
Tras estas dos cobardes
agresiones llevadas a cabo por este elemento inestable, alguien pasa por debajo
de la puerta del local de un compañero de otra organización 2 folios impresos.
El primero (1) relata de forma fantasiosa y falsa los hechos ocurridos el
domingo 23 de noviembre a la par que revela datos personales de dos camaradas.
La segunda (2) es un artículo donde se relatan las detenciones de 3 personas
presuntamente vinculadas el PCE(r). Tras tener noticia de tales difamaciones
vertidas con tácticas más propias de elementos contrarrevolucionarios y policiales
que de militantes antifascistas, nuestro compañero procede a hacernos saber lo
sucedido.
Continuando con esta campaña de
calumnias, una militante del PCE(r) se pone en contacto con un camarada de RC
en Bilbao, donde le dice que debe dejar nuestra organización, que nos reímos de
los presos políticos y que nos dedicamos a cazar antifascistas. Después de esta
sarta de estupideces, nuestro camarada decide dar por terminada la conversación
e informa inmediatamente de lo sucedido, demostrando su lealtad al proyecto
marxista-leninista y denunciando este nuevo intento de entrismo del PCE(r)
contra nuestra organización.
Desde Reconstrucción Comunista
denunciamos este nuevo intento de destruirnos por parte de los revisionistas,
que bien orquestándolo o bien intentando sacar beneficio de ello, están
realizando una campaña de difamaciones y calumnias contra nuestra organización.
Estas falsedades vertidas van acompañadas de agresiones llevadas a cabo por su
entorno, valiéndose de la cobardía de atacar en proporciones de más de 10 a 1 y
utilizando armas por la espalda, demostrando esa cobardía que caracteriza a los
agresores.
Los que nos acusan de agredir a
antifascistas (mientras orquestan ataques contra nuestra organización) resulta
que mandan de "matón" a un elemento desequilibrado que como hemos
podido observar en un blog de Internet (pinche aquí para acceder al blog) parece tener ciertas amistades nada recomendables, como conocidos neonazis de
Madrid, sin que ello le impida recibir el amparo de organizaciones
supuestamente antifascistas.
Toda agresión contra nuestra
organización será respondida enérgicamente. Todo intento de difamar y destruir
a Reconstrucción Comunista recibirá contestación. A pesar de las tentativas de
esta escoria por menoscabar nuestra labor política, tenemos la certeza de que
sus intentos serán en vano.
Los principios vencen, no se
concilian.
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(2)
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